Las facultades de cada área deberán especificarse claramente, describiendo las funciones, competencias y responsabilidades que corresponden a cada una. Estas facultades deberán estar alineadas con los objetivos generales del sujeto obligado y ser asignadas en conformidad con la normatividad aplicable, garantizando así un funcionamiento eficiente y transparente de cada área en el cumplimiento de sus funciones.